España, el hijo pródigo de Europa

Abierta la veda de las citas bíblicas, la realidad económica española no deja de ser como aquel hijo que se fue a despilfarrar lo que su padre había generado durante años. Pero si bien este hijo cuando lo gasta todo y se encuentra sin nada vuelve a casa de su padre, tras darse cuenta de que lo que hizo no era el buen camino, nuestro Gobierno aún no cree que es el momento de volver y lo que hace es irse a pedir dinero y seguir aumentando el endeudamiento de la nación.

Tras seis trimestres de recesión, es decir de contracción de la economía que implica fundamentalmente destrucción de empleo e incertidumbre en el consumo, nuestro Gobierno declara "tener la fuerza necesaria para seguir manejando el timón". Les va la marcha.

Ideologías políticas aparte, el Barco de Zapatero comienza a ser cuestionado por múltiples frentes. Las relaciones con organismos internacionales y la poca credibilidad de la economía española asustan al resto del mundo. Y si no que se lo digan a Papá. El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, recibió una tormenta de preguntas en alta mar sobre los problemas del Barco de Zapatero.

Las principales publicaciones económicas mundiales nos definen como el vecino incómodo del sur de Europa que amenaza la salud del resto de la zona del euro.